La educación
infantil debe entenderse como un derecho que tiene toda la infancia para poder
participar en situaciones educativas, distintas a la familiar y que sirvan para
promover su desarrollo. En este sentido existen aspectos importantes en el
desarrollo infantil que se realizan en entornos diferentes al familiar y, por
tanto, es necesario que estos entornos, su organización y puesta en práctica,
estén pensados para garantizar el desarrollo de manera armónica y acorde con
las propias necesidades infantiles.
Como docentes
debemos dar respuesta a todas las necesidades que puedan presentar los alumnos
a lo largo de su aprendizaje. En un aula la diversidad está garantizada,
siempre hay niños con diferentes ritmos de aprendizaje. Las causas pueden ser
variadas: diferente cultura u origen, algún trastorno o enfermedad, etc.
El tema que
vamos a tratar está relacionado con las principales enfermedades que afectan a
la infancia. En este caso se trata de un tema de poca aplicación práctica,
aunque sí que se pueden realizar algunas actividades con los alumnos acerca de
las enfermedades. Por este motivo, hemos dirigido nuestra atención a cuatro de
las enfermedades o trastorno que más significativos, que más afectan o que
tienen una mayor aplicación práctica, como son: la diabetes, el asma, la
enfermedad celíaca y la obesidad. De todos modos, se puede elaborar una unidad
didáctica relacionada con el centro de interés de la salud y más concretamente
con los médicos, en la que se trabajan algunos contenidos relacionados con las
enfermedades, la higiene y las vacunas.
Según la
organización mundial de la salud (OMS): “la
salud se podría definir no solo como ausencia de enfermedad o dolencia sino
como el estado de bienestar físico, mental y social”.
Es competencia
del profesional médico el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, y
cuidar en la medida que corresponda, del niño enfermo, por consiguiente en la
escuela infantil lo fundamental no es la función curativa de la enfermedad,
sino más bien su prevención (Pérez, A 2008).
El
conocimiento de las enfermedades infantiles por parte de los educadores va a
propiciar que los niños, en muchos de los casos, puedan salvar las dificultades
en su salud. La escuela debe ofrecerles la posibilidad de integrarse
socialmente y normalizar su comportamiento. Así, es de mayor utilidad para el
medio escolar que el educador conozca la sintomatología de las enfermedades
infantiles y las posibles vías de actuación en el aula en relación con las
mismas para adoptar las medidas preventivas necesarias.
La salud es
uno de los aspectos más importantes en la vida de las personas.
Además De la familia y de la escuela, las
enfermedades constituyen un agente que influye en la infancia y que puede
afectar a los alumnos (y no sólo a estos) en cualquier momento durante el curso
escolar. Una enfermedad también forma parte de las características individuales
y concretas que presentan los niños a lo largo de todo el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Como consecuencia, los docentes debemos estar
preparados, para proporcionar y establecer las medidas necesarias para dar
respuesta a sus necesidades educativas específicas de apoyo educativo
(a.c.n.e.a.e) y para integrar a estos alumnos en las aulas.
Para ello son
necesarios varios aspectos: la continua colaboración y comunicación entre
escuela y familia, el conocimiento de las enfermedades que padecen los alumnos
(si bien no somos médicos), el intentar anticiparse a los posibles
acontecimientos y la educación en los valores de igualdad, respeto, tolerancia,
educación para la salud, etc. Todo ello para contribuir al desarrollo armónico,
que es el objetivo fundamental de la etapa de Educación Infantil.
Incluir la
educación para la salud dentro del currículo escolar supone buscar una nueva
forma de educar desde y para la vida. A nivel de centro, la educación para la
salud implica crear un ambiente que garantice las condiciones de higiene,
seguridad y bienestar general de los niños, implicando una colaboración con el
personal sanitario, las familias y el resto de la comunidad, Así, la educación
para la salud pretende desarrollar en los alumnos estilos de vida saludables, a
través de distintas actividades de aprendizaje que fomenten cambios cognitivos
y actitudinales y que influyan en el bienestar personal, familiar y escolar.
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